Impacto del calor extremo en la salud ocupacional: desafíos y medidas preventivas

Entendemos que la gestión de estos riesgos es fundamental para el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad de las empresas.

El cambio climático ha intensificado fenómenos meteorológicos extremos, y uno de los más preocupantes es el aumento sostenido de las temperaturas, que afecta directamente a las personas trabajadoras expuestas a condiciones de calor extremo. 

Esta situación plantea desafíos críticos para la seguridad y salud ocupacional, especialmente en sectores como la agricultura, construcción, transporte y minería, donde las jornadas al aire libre o en ambientes cerrados con poca ventilación son habituales.

El estrés térmico no solo reduce la productividad, sino que aumenta significativamente el riesgo de accidentes y enfermedades laborales. Los efectos inmediatos incluyen mareos, fatiga, desorientación, insolación e incluso golpes de calor, mientras que la exposición prolongada puede derivar en enfermedades cardiovasculares, renales y problemas de salud mental.

En 2020,231 millones de trabajadores estuvieron expuestos a olas de calor,lo que representa un aumento del66% respecto al año 2000.Aunque regiones comoÁfrica, Asia y los Estados Árabes concentran la mayor exposición, América y Europa han registrado el mayor aumento de lesiones relacionadas con el calor desde el año 2000. 

Este fenómeno no solo impacta la salud de los trabajadores, sino que también tiene consecuencias económicas importantes, especialmente en economías de ingresos bajos y medios, donde el estrés térmico está asociado apérdidas económicas significativasdebido a la disminución en la productividad laboral.

Elestrés térmicopuede provocar problemas graves de salud, incluyendoenfermedades cardíacas, pulmonares y renales, y está estrechamente relacionado con accidentes laborales debido a la fatiga y la disminución de la capacidad de concentración. Se estima que para2030 se perderá el equivalente al 2% del total de horas de trabajo en todo el mundo, lo que equivale a la pérdida de80 millones de empleos a tiempo completoy una reducción en elPIB mundial de 2.400 millones de dólares.

En Chile, la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) ha instruido medidas preventivas claras, incluyendo capacitaciones sobre los efectos del calor extremo, planes de emergencia, identificación de grupos de riesgo, implementación de medidas de ingeniería como sombra y ventilación, y la planificación adecuada de pausas laborales e hidratación constante. Además, la Dirección del Trabajo (DT) ha reforzado estas acciones con programas de inspección específicos para garantizar su cumplimiento.

Desde Centro Médico del Trabajador (CMT), entendemos que la gestión de estos riesgos es fundamental para el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad de las empresas. No solo se trata de cumplir con normativas, sino de fomentar una cultura preventiva en los lugares de trabajo que priorice la seguridad y salud de cada colaborador.

El rol de las empresas y la cultura preventiva
Las organizaciones tienen un papel clave en la implementación de estrategias efectivas para enfrentar el calor extremo. Esto incluye no solo medidas físicas y de infraestructura, sino también la capacitación constante de los trabajadores para identificar los síntomas tempranos de estrés térmico y actuar de manera oportuna.

Asimismo, es fundamental fomentar la comunicación directa entre los equipos de trabajo y los encargados de seguridad laboral, permitiendo ajustar dinámicamente las condiciones de trabajo en función de los pronósticos climáticos y las condiciones específicas de cada entorno laboral.

Carmen Bueno, especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, destaca que“si bien la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo prioridad mundial, también se necesitan políticas nacionales que establezcan medidas preventivas eficaces en los entornos laborales a fin de proteger a los trabajadores de los impactos del cambio climático en su salud y de asegurar la sostenibilidad de las empresas”.

Por su parte,Gilbert F. Houngbo, Director General de laOIT, refuerza esta idea señalando que “debemos proteger a los trabajadores del calor excesivo durante todo el año. Es una cuestión de derechos humanos, derechos de los trabajadores y justicia económica.”

El diálogo social tripartito, donde participan empleadores, trabajadores y autoridades, es otro pilar esencial para asegurar que las políticas y prácticas de prevención sean efectivas y sostenibles a largo plazo.

En CMT, reafirmamos nuestro compromiso con la salud ocupacional y la prevención de riesgos laborales, apoyando a las empresas con evaluaciones médicas, programas de vigilancia de salud y asesorías especializadas para enfrentar los desafíos del cambio climático en los entornos laborales.

Proteger a los trabajadores del calor extremo no es solo una obligación legal, es un imperativo ético y estratégico que beneficia tanto a las personas como a las organizaciones.