Los grandes desafíos de Chile en seguridad laboral
20 de septiembre de 2023
En Chile, podemos identificar industrias que han avanzado considerablemente en la implementación de buenas prácticas de seguridad laboral, mientras que otras aún enfrentan desafíos en este ámbito.
Entre las industrias líderes en seguridad laboral destaca la Gran Minería, una pieza fundamental de nuestra economía. Esta industria ha invertido significativamente en la protección de sus trabajadores, adoptando tecnologías avanzadas, protocolos de seguridad y una capacitación exhaustiva. La Minería se ha convertido en un referente en cuanto a buenas prácticas y en la creación de una cultura de seguridad. Según datos de Sernageomin, entre 2010 y 2022, el número de trabajadores fallecidos en la industria minera se redujo de 45 a 12 personas. En la última década, la tasa de accidentabilidad disminuyó un 60%, y la tasa de fatalidad cayó un 75%.
La industria de la Energía, Gas y Agua (EGA), en particular la generación de electricidad y la distribución de gas, también ha hecho grandes esfuerzos en seguridad laboral debido a la naturaleza riesgosa de sus operaciones. Según el Informe Anual de Salud y Seguridad en el trabajo 2022 de la SUSESO, en 2022, la tasa de accidentabilidad por cada 100 trabajadores protegidos fue de 1.3 en EGA, cifra sólo superada por la Minería con una tasa de 1.0. El promedio de todas las actividades económicas fue de 2.8 en 2022.
Grandes empresas de diversos sectores han asignado más recursos a la seguridad laboral debido a la presión regulatoria y su imagen pública. Muchas empresas multinacionales tienen protocolos corporativos provenientes de países desarrollados con regulaciones más estrictas.
Sectores con mayores desafíos
Sin embargo, los mayores desafíos se encuentran en sectores como la Agricultura, que, a pesar de ser esencial en la economía chilena, enfrenta dificultades en seguridad laboral debido a la exposición a riesgos químicos como pesticidas, uso de maquinaria peligrosa de alto tonelaje y condiciones laborales informales.
En cuanto a la seguridad social, los trabajadores bajo contratos de trabajo, escritos o verbales, han aumentado un 10% entre 1990 y 2015, representando el 76% del total de ocupados en el sector. Este cambio se debe en gran medida a la expansión de la agricultura de exportación que requiere mano de obra temporal. Sin embargo, los indicadores de calidad de empleo del INE desde 2010 hasta hoy revelan que, en promedio, el 68% de los asalariados agrícolas accede a los niveles de calidad de empleo analizados.
La Construcción, aunque ha mejorado en comparación con el pasado, sigue siendo una industria con riesgos significativos debido a la alta prevalencia de accidentes laborales. En 2022, el 81% de los ocupados de todos los rubros en el país tenían cobertura del Seguro Social de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, con un porcentaje aún mayor en el sector de la construcción, llegando al 93%, lo cual es una excelente cifra. A pesar de una disminución general en la tasa de accidentabilidad del 3% en 2019 al 2.8% en 2022 en todos los rubros, la construcción, siendo una actividad de alto riesgo, experimentó una disminución menor, pasando de 3.7% en 2019 a 3.6% en 2022 (SUSESO).
Es crucial destacar que las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs) cuentan con recursos limitados para invertir en seguridad laboral y capacitación, lo que representa un desafío importante para su desarrollo continuo.
Desafío País
Chile cuenta con programas de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud (MINSAL) destinados a monitorear los factores de riesgo para la salud de los trabajadores. Estos programas incluyen protocolos específicos para diversos agentes higiénicos. Sin embargo, un desafío persiste en la limitada cobertura de estos protocolos en comparación con la amplia variedad de agentes contemplados en el Decreto Supremo N° 594/99. Actualmente, existen 17 protocolos de vigilancia MINSAL, y el Artículo 66 del DS 594 menciona 256 sustancias con sus límites permisibles ponderables. Este desequilibrio entre la cobertura de protocolos y la cantidad de sustancias reglamentadas destaca la necesidad de expandir y fortalecer los programas de vigilancia epidemiológica en Chile.
La Ley 16.744, clave para la protección laboral en Chile, necesita evolucionar junto con el mundo laboral. Asimismo, la falta de especialistas en Medicina Laboral u Ocupacional en Chile reconocidos por el estado es una brecha crítica al compararnos con países OCDE donde si existe.